LA SOMBRA BLANCA DE VIVIANE
El rey Dyonas, que reinaba en Brocéliande y sus alrededores, tenía un hada madrina. Diana, diosa del bosque, la luna y la caza, velaba por él. Cuando nacía una princesa en palacio, Diana acudía a la cuna de la niña para dictarle su destino.
Obedeciendo sus deseos, Dyonas instruyó a su hija en las ciencias de las piedras, las plantas y las estrellas. Viviane vaga incansablemente por el bosque, del que tiene prohibido salir. Al amanecer de su decimoquinto año, cerca de la fuente de Barenton, conoce a un desconocido. Tarda en reconocer a Merlín en este enigmático vagabundo. Fascinada por sus conocimientos y su misterio, se convierte en su alumna. ¿Fue su relación la de dos amantes? Tal vez. ¿Dos personas que hablan el mismo lenguaje secreto? Seguramente.
UN PALACIO DE CRISTAL COMO REFUGIO DE MIRADAS INDISCRETAS
En Comper, frente a la fortaleza de Dyonas, Merlín construyó un pal acio de cristal para Viviane, rodeado de hermosos jardines donde florecen manzanos de flor de plata. Para proteger los dominios de su amada de miradas indiscretas, el Encantador ocultó el castillo a los humanos. Creó la ilusión de un lago, una apariencia tan perfecta para todos los sentidos que aún hoy, a menos que el hada lo autorice, nadie puede ver el luminoso palacio.
LANCELOT, EL HIJO DEL HADA
Muchos años después, el rey Ban de Benoïc, la reina Elaine y su jovencísimo hijo huyen de su reino, invadido por el rey Claudas. Esperan refugiarse en el gran bosque de Broceliande. El rey, vencido por el agotamiento, nunca llega al bosque. Y la reina, desesperada, verá a su hijo arrastrado a las aguas de un magnífico lago por una joven vestida toda de blanco. ¿Cómo podría adivinar el país de las hadas que se extiende donde ella sólo ve aguas centelleantes? Se refugia en un convento, sin saber que su hijo ha sido secuestrado por Viviane. El hada educa al joven Lancelot para que se convierta en el mejor caballero del mundo, y le ofrece la compañía de sus dos primos, Bohors y Lionel, también amenazados por el odio del rey Claudas.
Pero si los jóvenes pueden vivir con las hadas, ahora que han crecido, deben volver con sus semejantes, hombres entre los hombres. Lancelot parte hacia la corte del rey Arturo donde, para su deleite y desgracia, se enamora perdidamente de la reina Ginebra, y comienza otra aventura…
TORRES DE CRISTAL BAJO EL ESPEJO DE LAS AGUAS
Que sepamos, después de Lancelot y sus primos Bohors y Lionel, nadie ha sido aceptado jamás en el dominio del lago. Desde hace siglos, sólo unos pocos amantes del encanto, entusiastas ardientes y pacientes a la vez, han tenido la rara oportunidad de ver brillar las torres de cristal en un temblor de agua que mezcla piedra, bosque, cielo y tierra; al amanecer y al atardecer, cuando pasa el destello azul del martín pescador…
Texto escrito por Claudine GLOT, Centre de l’imaginaire Arthurien (CIA)
castillo de Comper Concoret
