EL HIJO DE BÉNOÏC
Lancelot es hijo del rey Ban de Bénoïc, reino vecino de la Pequeña Bretaña. Raptado por la Dama del Lago, se convirtió en «el hijo del hada», el «bello expósito». Ignorante de sus orígenes, pasó su infancia en los dominios encantados del Lago, en el bosque de Broceliande. A su llegada a la corte, sus armas de plata le valieron el apodo de caballero blanco. Lancelot fue uno de los últimos héroes artúricos en unirse a la Tabla Redonda. Con un lecho peligroso, el Puente de la Espada, tumbas llenas de demonios, decenas de caballeros, gigantes, dragones y espectros, está destinado a las mejores batallas y las más raras hazañas. Nadie puede competir con él a menos que recurra a la magia. La soledad es el precio de su extraordinario destino. Su único vínculo es con Galehaut, hijo de la Bella Gigante, la amistad exclusiva de los guerreros excepcionales.
LANCELOT Y GUINEVERE
Lancelot ama a la Reina incondicionalmente y sin límites, pero no puede vivir su pasión a cara descubierta y rara vez está presente en la Mesa Redonda. Su amor resiste todas las pruebas. Ginebra le obliga a tomar las decisiones más crueles: subir al carro de la infamia o ser derrotado en un torneo. Morgana lo mantuvo cautivo 3 veces, pero él no cedió ante ella. Su única infidelidad ocurrió por arte de magia, para que Galaad pudiera nacer. Esta traición involuntaria le lleva a la locura y a huir al bosque. El amor perfecto pero culpable de Lancelot le impide encontrar el Grial. Sin embargo, es Lancelot el elegido para engendrar a Galaad, el casto caballero y violento guerrero que se convertirá en Rey del Grial.
LANCELOT, EL CABALLERO EJEMPLAR
Todos los relatos artúricos coinciden en que Lancelot nació en la Galia (es decir, Francia) o en la Pequeña Bretaña. La Pequeña Bretaña, donde se alza la Joyeuse Garde, su única posesión, fue también su refugio contra la cólera de Arturo y la furia de Gauvain, a cuyos hermanos había matado. Sin embargo, nunca deja de ser el mejor apoyo para este rey al que no debe nada, ni siquiera la espada de su caballería que le regaló Ginebra. Durante el asedio de la Joyeuse Garde, el rey, que ha venido a vengar a sus sobrinos, se encuentra finalmente a merced de Lancelot. A pesar de las exhortaciones de sus compañeros, Lancelot le salva la vida.
Texto escrito por Claudine GLOT, Centre de l’imaginaire Arthurien (CIA)