Los Caballeros de la Mesa Redonda y el Rey Arturo. BnF GallicaLos Caballeros de la Mesa Redonda y el Rey Arturo. BnF Gallica
Rey Arturo soberano de los Caballeros de la Mesa Redonda

Rey Arturo

No entraremos en la estéril disputa sobre la historicidad de un oscuro jefe de clan que, por la gracia de los siglos y la memoria de los celtas, se convirtió en el glorioso Rey Arturo. El Rey Arturo cantado en la Edad Media tiene poco que ver con la historia. Más bien tiene que ver primero con el mito, luego con la leyenda y los cuentos de hadas y, por último, con la literatura.

Arturo, un personaje legendario con un destino propio

El nacimiento del rey Arturo fue ordenado por las fuerzas sobrenaturales de las que Merlín era el ejecutor. Hijo de Uther Pendragon, Arturo nació bajo la égida del dragón, animal fabuloso que lucía en su estandarte. Nació en Tintagel, en un castillo que desaparece cada solsticio. Su hermana Morgana tiene dotes mágicas, y él mismo es visitado por sueños proféticos. La magia, y a través de ella los poderes divinos, iban a presidir su entrada en la vida. La juventud de Arturo es similar a la de muchos héroes indoeuropeos. Inconsciente de sus orígenes, el joven se cría lejos del poder, refugiado en un retiro desconocido para todos, y demuestra ser un guerrero prometedor.

Un rey amado por las hadas

Una vez que el rey ha demostrado ser digno de la confianza del Otro Mundo (la propia Vivian le dice que es el amado de las hadas), los seres sobrenaturales acuden en masa a su brillante corte de Camaalot. Desde su juventud, Arturo se enfrenta a terroríficos poderes no humanos. Extermina a las fuerzas primitivas del caos, al sanguinario rey Rhitta y al gigante del Monte Saint-Michel, así como a Chapalu, el monstruoso gato surgido del lago de Lausana.

Texto redactado por Claudine GLOT, Centre de l’imaginaire Arthurien (CIA)

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