Un lugar de producción histórico
Las ferrerías de Paimpont han marcado profundamente el paisaje. A orillas del lago, el lugar es un testimonio notable de la industria metalúrgica bretona. Aquí, desde el siglo XVIII hasta 1884, cientos de trabajadores transformaron el mineral extraído del bosque para fabricar clavos, rejas de arado, cañones, raíles… Los hierros de Paimpont rivalizaban con los de España y Suecia. Las visitas guiadas y los recorridos de descubrimiento le llevarán del tren de laminación a los sótanos de los obreros, de los altos hornos a la casa del maestro. En este mundo, los herreros vuelven a hacer vibrar los muros con demostraciones e iniciaciones.
Texto escrito por Annick André
El pueblo, declarado Monumento Histórico
El pueblo está separado por un dique del estanque de forja que alimentaba los altos hornos. Tras el cierre de la fundición en 1954, el pueblo ya no resuena…
A principios de la década de 2000, los propietarios emprendieron importantes obras de acondicionamiento y restauración. Durante las visitas en grupo o por su cuenta, podrá descubrir los edificios que aún existen:
- Dos altos hornos
- La casa del capataz
- La cantina
- La balsa de retención
- La capilla
- Las casas de los obreros
- Los talleres
- El excepcional tren de laminación de 600 m²
Cerca del antiguo comedor obrero, el roble de Anatole Le Braz domina el lugar.